Le dicen “el detector de mentiras humano” y descifra los gestos ocultos de los famosos: quién es Hugo Lescano
- 08/09/2025 10:27 hs
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El especialista en Comunicación No Verbal conversó con TN Show sobre sus inicios en esta ciencia, analizó cuatro casos mediáticos y contó por qué “Nadie resiste más de cuatro minutos sin delatarse”.
Ciertamente, Hugo Lescano no es un “elegido” de proporciones bíblicas o un personaje ficticio con dones sobrenaturales para realizar hazañas imposibles. Pero en cambio, tiene un “superpoder” distintivo y único, que le permite ver más allá de lo evidente: es uno de los máximos referentes de una ciencia que desentraña el mundo de las emociones escondidas: la Comunicación No Verbal.
Se trata, ni más ni menos, de la capacidad que tiene este experto para analizar el comportamiento humano a través de las microexpresiones y gestos. Un área de conocimiento que también comparte a través de varios cursos con temáticas sumamente interesantes.
Pero en cuanto a la vida pública nacional se refiere, Lescano es ampliamente conocido -y con justa razón- como “el detector humano de mentiras”, que tiene su origen en los medios internacionales y que líneas más adelante, cuenta en detalle a TN Show.
Para Lescano, la naturaleza humana es perfectamente decodificable. “Nadie resiste más de cuatro minutos sin delatarse”, es una frase insignia que le abrió las puertas al reconocimiento público y una legión de seguidores en redes que lo siguen, pero que genera cierta tensión entre ciertas personas cuando advierten su presencia, especialmente si tienen algo que esconder.
Solo para intentar dimensionar su dilatada trayectoria de más de 30 años como investigador, docente, negociador en situaciones de crisis carcelaria y consultor de la OEA, Hugo asesora a grandes empresas en el ámbito internacional, así como a personalidades de la política y medios locales.
Por si fuera poco, Hugo ejerció como perito en el caso de María Marta García Belsunce, para analizar comportamientos gestuales, incluido el perfil de Nicolás Pachelo, quien fue hallado culpable y posteriormente condenado a prisión por el asesinato. Incluso, varios medios lo convocaron a programas televisivos para observar el comportamiento gestual de los involucrados.
Pero además, el experto en conducta puede examinar el comportamiento de los famosos. En el mundo del entretenimiento hay una frase que viene a cuento para describir ciertos códigos: “Uno vale más por lo que calla que por lo que habla”, y precisamente, la capacidad de Lescano para observar a detalle se convierte en una palabra muy buscada para identificar patrones que permitan detectar mentiras, traiciones, infidelidades y medias verdades.
El arte de descifrar personas sin decir una palabra, en la piel de Hugo Lescano
En conversación con TN Show, el especialista en lenguaje conductual conversó sobre su procesos de formación (es licenciado en Teología, en Trabajo Social y en Comunicación No Verbal), y cómo su carrera lo llevó al reconocimiento público.
¿Qué más se necesita para ser catalogado como un “detector humano de mentiras”? En sus propias palabras, es necesario además dominar “tres columnas” muy importantes para “desnudar” a las personas con tan solo observarlas: “La Psicología, para entender a la persona que se analiza, la Sociología, para entender el contexto social y la Antropología para entender al ser humano”.
-Contaste en entrevistas que tu sensibilidad para leer gestos se forjó en tu infancia. ¿Nos contás tu recorrido?
-Cuando era pequeño, mi madre se había ido de casa y unos días después se fue mi padre. Mi abuela nos rescató a mí y a mis hermanos y pasamos unos años viviendo con ella. Ella tenía mucha inclinación a observar.
Me olvidé de esos detalles de la niñez hasta que comenzó mi carrera académica hace unos 32 años. Yo tenía 24 y comencé primero el estudio de las emociones.
Mi primera carrera fue la licenciatura en Teología, posteriormente hice la de Trabajo Social y estuve 12 años en las cárceles, trabajando en el área de negociación. Luego para ponerle un moño a todo esto, cursé la licenciatura en Comunicación No Verbal en una universidad nacional en Argentina.
-La prensa te bautizó como el ‘Detector Humano de Mentiras’. ¿En qué momento surgió y cómo manejás este “superpoder”?
-Empezó en México durante una conferencia de prensa. Fui a una gira en tiempos del caso de Thelma Fardin y Juan Darthés. Me invitaron en las universidades porque allí la novela argentina era esa y todos estaban interesados en los gestos de él.
Luego, hubo un evento donde un periodista allá me hizo un desafío para ver si yo identificaba tres mentiras suyas y cuando las identifiqué, al día siguiente titularon los medios “El detector de mentiras es argentino y está en México”. Después aquí también se popularizó ese mote.
-Analizar a desconocidos es mucho más fácil que interactuar con personas cercanas. ¿Qué tan incómoda puede ser para vos una cena familiar o una reunión de trabajo?
-A veces es divertido, a veces es complicado. Cuando yo iba a buscar a mi hija al colegio o cuando había un evento, las maestras se dispersaban porque algunas no querían hablar conmigo.
Mucha gente cree que yo estoy analizando todo el tiempo y no es así. Supongamos que vos viajas a China, aprendés el idioma y volvés a Buenos Aires. Un día me invitás a tomar un café y en la mesa de al lado hay cuatro chinos hablando en su idioma. Para mí va a ser ruido, pero vos vas a entender un idioma que aprendiste, no analizas nada más. El lenguaje corporal, el idioma de los cuerpos funciona igual.
-¿Te pasa que siendo conocedor de este lenguaje te delatás en ciertas situaciones?
-Sí, claro, porque no es posible con todo mi conocimiento, incluso engañar a mis emociones. Yo mismo no soy buen mentiroso, y aunque tengo mucha autoconciencia sobre mi comunicación, muchas veces me encuentro haciendo los gestos que yo mismo explico a otros.
Una vez estuve cinco días en Costa Rica por un evento, y había una persona allí que a mí me desagradaba. Era misógino, machista, malhablado, arrogante, pero yo traté de llevar la comunicación lo mejor que pude.
El último día la anfitriona dijo “Vamos a invitarlos a tomar algo. En media hora pasamos a buscarlos y vamos a invitar a fulano”. Y cuando respondí “Bueno, me parece bárbaro”, hice cierto gesto. Cuando ella se fue, mi equipo me dijo “¡Si querés, a fulano no lo invitamos!”. Así funciona, no es algo que pensás en el momento.
Hugo Lescano, el experto en lenguaje no verbal que “descifra” a personalidades públicas y famosos
-En la Argentina hemos visto escándalos de parejas famosas que por ejemplo, se separan por infidelidad. Cuando la persona señalada lo niega públicamente ¿Cuáles son los gestos que la delatan?
-Hay algunos que se han codificado como “gestos de contradicción”. Cada uno elige los suyos de modo inconsciente. Es muy visto y se repite en las entrevistas cuando la persona defiende su reputación. ¿Qué hace? desvía la mirada hacia la puerta, busca una salida mientras contesta.
Ese es un comportamiento de casi todos los mamíferos. Cuando recoges a un gato o a un perro de la calle, lo llevas a tu casa y lo pones en la sala, mira la ventana o la puerta porque calcula cómo salir de esa situación.
-¿Algún famoso te ha pedido en privado que analices a su pareja para comprobar que algo no está bien?
-No, pero me ha pasado que hay canales de televisión que me dicen “Hugo, ¿podés venir porque fulano dice que no fue infiel y queremos saber si miente?”. Voy y en el camino, me llaman de nuevo y me dicen: “No vengas, porque fulano arregló con el canal para que no lo analices”.
Pero al comienzo, hubo una época en la que yo todavía no estaba tanto en la televisión. A veces, me invitaban a algunas cenas privadas de personas que querían indagar si entre sus socios había fuga de información. Ahora, me conocen tanto que ahora si yo llego, todos se ponen en guardia y preguntan “¿Quién lo trajo a Lescano?"
Yo soy muy respetuoso de analizar únicamente lo que es público, si una persona pone la cámara y publica en su Instagram un descargo, todos podemos opinar sobre eso. Nunca analizaría a alguien con una cámara oculta sin su aprobación.