El órgano más antiguo del mundo volvió a sonar en Jerusalén tras ocho siglos de silencio
- 04/09/2025 08:57 hs
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El proyecto es liderado por el musicólogo español David Catalunya y se presentará oficialmente el 9 de septiembre en la iglesia de la Natividad.
Un órgano de más de mil años de antigüedad volvió a emitir sonidos tras permanecer enterrado durante ocho siglos en Belén, gracias a un proyecto internacional dirigido por el musicólogo español David Catalunya. El investigador definió el acontecimiento como un “milagro” y destacó que se trata del instrumento más antiguo de la cristiandad y, probablemente, del mundo que todavía conserva su sonoridad.
Construido en Francia en el siglo XI y trasladado a Tierra Santa para acompañar la liturgia cruzada en el siglo XII, el órgano fue enterrado por los clérigos latinos junto a campanas y otros objetos antes de ser expulsados de la región. Los restos fueron localizados en 1906 por arqueólogos del Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén, pero durante más de un siglo permanecieron prácticamente olvidados en colecciones patrimoniales.
En 2019, cuando era investigador de la Universidad de Oxford, Catalunya encontró una referencia sobre el instrumento y decidió iniciar un ambicioso trabajo de recuperación. Hoy lo continúa desde Madrid en el marco del proyecto “Resound”, financiado por el European Research Council (ERC) y coordinado por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU).
El 20 de mayo pasado, el equipo descubrió que ocho de los tubos originales conservaban su sonoridad intacta. “Fue extraordinario. Sonaban como si se hubieran fabricado ayer”, relató Catalunya, que también es organista.
Según explicó, el hallazgo fue casi accidental: durante las pruebas con réplicas fabricadas en los Países Bajos por el organero Winold van der Puten, decidieron insertar algunos de los tubos medievales en la caja de órgano portátil utilizada para las comparaciones. “De repente, el instrumento revivió. Nos sentimos como abriendo la tumba de un faraón. Estuvimos varios días flotando dentro de un sueño”, recordó.
El sonido, asegura el especialista, es muy distinto al de un órgano moderno o renacentista: “Sorprendente, con carácter, rico y variado entre registros graves, medios y agudos”. Catalunya será quien lo haga sonar públicamente por primera vez el próximo 9 de septiembre en Jerusalén, en un evento para la prensa internacional en el que los asistentes podrán escuchar la vibración medieval que resonaba en la iglesia de la Natividad hace casi nueve siglos.
El investigador subrayó que los resultados no son definitivos y que el trabajo continúa. Una de las líneas abiertas es la relación acústica entre el órgano y las campanas halladas junto a él, que podrían haber formado parte del mismo conjunto litúrgico.
“El descubrimiento de que los tubos originales aún suenan es un hito en la historia de la música”, sostuvo Catalunya. Para él, el proyecto no solo recupera un objeto arqueológico, sino una experiencia sensorial de hace mil años. “Lo que escucharemos será exactamente lo que escucharon los cruzados”, concluyó.