Ballerina Farm: la influencer pasó de ser una promesa del ballet a vivir como Trad Wife

Hace algunos años, sobre todo desde la pandemia, comenzó a tomar popularidad el concepto de trad wife en redes sociales, que son mujeres que viven su día a día como una esposa de inicios del siglo 20, pero ¿qué son y por qué la tendencia es criticada?

El término trad wife es la forma corta de decir “traditional wife” o “esposa tradicional” en inglés. Si se busca el hashtag en aplicaciones como Instagram o TikTok, aparecen mujeres que se dedican casi en un 100% a las labores domésticas, cocinar platos elaborados desde cero para sus maridos, e incluso algunas visten ropa de otra época.

El medio Vanity Fair lo definió como “una tendencia que promueve la idea de una familia nuclear con roles de género tradicionales, a menudo vinculada a creadores de contenido cristianos y, más concretamente, mormones”. 

De cara al mundo, Hannah Neeleman tiene una vida de fantasía directamente sacada de un capítulo de La familia Ingalls. La rubia y bella mujer de 33 años vive en una gran casa blanca de madera ubicada en una idílica granja de 328 acres en Utah, Estados Unidos.

Es ama de casa a tiempo completo, y dedica su vida a cuidar de sus ocho hijos y esposo, a quienes a diario les cocina desde cero, potajes elaborados a base de los ingredientes que cosecha. En su hogar no hay celulares, tablets o televisor.

A excepción de un dispositivo que todo lo graba, y que usa para crear contenido que comparte con sus 7,5 millones de seguidores en TikTok bajo el pseudónimo de Ballerina Farm.

Las críticas surgieron debido a que Daniel Neeleman, hijo del fundador de la aerolínea JetBlue, convenció a Hannah de abandonar su carrera como bailarina de ballet (ella incluso iba a Juilliard, una de las academias más prestigiosas del mundo), la ciudad y todo atrás, y comenzar una vida desde cero en el campo en Utah, Estados Unidos, donde ninguno de los dos tenía experiencia.

“Hannah Neeleman, conocida por sus nueve millones de seguidores como Ballerina Farm, ordeña vacas, da a luz sin alivio para el dolor y amamanta en concursos de belleza”, escribió Megan Agnew, periodista del Times, agregando “¿es este un nuevo modelo empoderador de la feminidad - o un martillazo para el feminismo?”.

Antes de autodenominarse como Ballerina Farm, Hannah era efectivamente una bailarina de ballet formada en la Academia Juilliard, una de las instituciones más prestigiosas del mundo que únicamente acepta 24 estudiantes por año.

“No siempre quise esta vida. Me fui de casa a los 17 años y estaba emocionada de llegar a Nueva York, me encantaba la energía de la ciudad. Y quería ser bailarina, era buena”, sostuvo para The Times.

Pero su futuro esposo tenía otros planes para ella. Él tenía 23 años cuando la conoció, e inmediatamente quiso que ambos se casaran.

Por seis meses, intentó conquistarla por todos los medios posibles, y solo lo logró cuando “casualmente” se encontraron en un vuelo, sentados uno al lado del otro. Hannah creyó que era el destino, mientras que Daniel omitió que su padre era el dueño de la aerolínea y él había arreglado el encuentro.

A pesar de lo extensa de la granja, la dificultad para criar a tantos hijos, las labores domésticas, cuidado de animales y otras responsabilidades que tiene Hannah, Daniel -quien es multimillonario- no desea contratar a alguien para apoyar a su esposa, aun cuando ella mencionó que hay días en que no se puede parar de la cama por el dolor y cansancio.

En la entrevista se vio a Hannah con dificultad para responder algunas preguntas sin mirar a Daniel o incluso hubo momentos en que él respondía preguntas dirigidas a ella.

El multimillonario fue aún más criticado porque para el cumpleaños de su esposa le regaló un delantal para poner huevos, en lugar de darle el viaje a Grecia con el que ella ha soñado tanto tiempo.