La alfalfa, una alternativa productiva que corre riesgo con las retenciones
- 17/01/2024 08:40 hs
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En la exposición que realizaron productores e integrantes de la Cámara Argentina de Alfalfa, Maximiliano Marroni gerente de Alfalfa y Forraje de la Patagonia habló sobre la realidad del sector y la alternativa que brinda a diversas economías.
El negocio de la alfalfa tiene intenciones de continuar creciendo, los integrantes de la cadena productiva siguen apostando para que ello suceda; con el cambio de gobierno se generaron expectativas que rápidamente se derrumbaron cuando anunciaron las retenciones del 15 por ciento a la exportación y que incluían al sector.
Pese a que en un primer momento desde el Clúster de Alfalfa de Córdoba se anticiparon y destacaron que la medida no tendría un impacto de lleno en la cadena, con el correr de los días y conociendo más detalles del proyecto eso se fue diluyendo.
Tal es así, que al conocer precisiones del mismo emitieron un comunicado en el que solicitaban a los legisladores considerar el impacto de la Ley Ómnibus en la economía regional.
Sumado a ello, con los números en la mesa, las estimaciones indican que las pérdidas solo para la provincia de Córdoba serían de unos cinco millones de dólares por el pago de retenciones.
En el marco de la discusión, el diputado oriundo de Jesús María (Córdoba) Luis Picat fue sido claro. “Los derechos de exportaciones no permiten ningún tipo de previsibilidad para lograr el país que venimos pregonando”, enfatizó.
“Le ponemos derecho de exportación a la alfalfa que producimos en Calchín, un pueblo de 7.000 habitantes y retirado de la capital, donde posiblemente sea su único ingreso económico. Le ponemos retenciones, para recaudar solamente un millón y medio de dólares, y nos perdemos de recibir casi 75 millones de dólares”, ejemplificó.
Para poder tomar conocimiento de la realidad de cada sector, el Congreso se prepara para debatir la ley enviada por el Ejecutivo Nacional y convoca a los actores de las diversas cadenas. Uno de los que expuso antes los legisladores fue el gerente de Alfalfa y Forraje de la Patagonia, Maximiliano Marroni, gerente de Alfalfa y Forraje de la Patagonia e integrante de la Cámara Argentina de Alfalfa.
Explicó que fueron citados la semana pasada por los diputados cordobeses Luis Picat y Rodrigo De Loredo “para que comentemos un poco la situación”.
“La realidad es que la alfalfa se ha transformado desde hace unos años en una alternativa de sustitución o de rotación de cultivos y de producciones en algunas regiones del país”, apuntó y agregó: “por eso es regional, como por ejemplo el valle de Río Negro, reemplazando o complementando a la fruticultura o en el caso de Calchín (de donde es nativo el futbolista Julián Álvarez), reemplazando los cultivos tradicionales o siendo un complemento”.
Marroni continúo explicando que “en esa zona, el año pasado, con la sequía que hubo, muchos productores que habían sembrado hectáreas de alfalfa pudieron pagar los alquileres de la soja con el mismo rinde de la alfalfa”, destacando una de las tantas bondades que presenta la reina de las forrajeras.
Pero también el empresario ahondo y expuso el tema de San Luis, en la Cuenca del Morro, o en Mendoza, con algunas hectáreas que han salido del vino para entrar también en la alfalfa.
“O sea que es un cultivo que está dando alternativas, que se han logrado gracias a la exportación y a un trabajo que ya lleva 15 años”, manifestó.
Una aventura que tiene 15 años
Marroni fue directo y aportó números en su discurso ante los diputados. “Allá por el 2008 se empezó con esta aventura de exportar alfalfa, algo que en España es bastante habitual, pero acá no lo teníamos muy incorporado”, dijo y sumó: “empezamos con unas 4.000 o 5.000 toneladas, ahora estamos en el 2023 exportando 150.000 en un mercado de 10 millones de toneladas”.
Retenciones, el tiro de gracia para el sector
Tras sobreponerse al tipo de cambio que no era competitivo (dólar a $350) en la gestión anterior, “veníamos con márgenes muy acotados debido a la sequía, la demanda de mercado interno y los precios de los insumos”, sostuvo.
Pero a esa situación se le debe sumar la coyuntura externa como en el último periodo el conflicto con Yemen. “Los destinos a los que va la alfalfa tienen que pasar por el mar Rojo, y los fletes internacionales han aumentado al doble prácticamente”, indicó y prosiguió explicando: “hicimos una campaña con un contenedor a 2.000 dólares y hoy vale 4.000, entonces eso nos hizo aumentar los costos logísticos”.
Estados Unidos marca el precio
“El precio de la alfalfa es un precio internacional que lo fija Estados Unidos, con lo cual ahí no podés trabajar mucho, y todo eso termina repercutiendo en el margen del exportador y el exportador prácticamente trabajaba pérdidas”, agregó.
“Si a todo esto le incorporas retenciones, la pérdida lo único que hace es agrandarse y el hecho de agrandarse la pérdida hace peligrar la exportación de un cultivo que viene en crecimiento, que ha costado mucho desarrollar”, sostuvo.
Si la exportación de alfalfa deja de ser atractiva, llevaría a que a los productores se les acumule stock en el campo y el cultivo deje de ser atractivo. Es que, entiende Maximliano Marroni, que “la producción de alfalfa lograba que el productor haga un buen mix de precios entre el mercado interno y la exportación” algo que con retenciones “no lo va a tener”, por lo que “un cultivo que hoy está en vías de expansión, que podría generarle ingresos de divisas al país, va a terminar desapareciendo”.
Por lo tanto, desde la Cámara Argentina de la Alfalfa solicitaron que “repiensen este tema” y remarcaron: “creemos que el resto de las economías regionales que expusieron tienen la misma problemática, problemáticas similares. Atacar estas economías que le van a aportar muy poco desde lo recaudatorio, pero que le agregan mucho al potencial exportador que tiene la Argentina, me parece que es una política equivocada, y más en un gobierno que se dijo liberal y que lo que iba a hacer era desregular el mercado y no intervenirlo, como está haciendo en este caso”.
Agregó, para concluir que esta discusión “nos agarra a mitad de la campaña, con lo cual es cambiarnos las reglas de juego en el medio del proceso de compra y demás, con lo cual hay mercadería que nosotros compramos sin tener retenciones y a la hora que la vayamos a exportar posiblemente la exportemos con retenciones y eso nos termina haciendo perder aún más plata”.