Mestre: “No se puede seguir con un programa económico que sea solamente motosierra”

“No se puede seguir con un programa económico que sea solamente motosierra. Hay que bajar la presión fiscal en la Argentina, no sólo de la nación, sino también de los gobiernos provinciales y municipales. Esto lograría una posibilidad a través de una reforma de la ley de coparticipación, que en la actualidad es imposible en la Argentina”.

Consideró que el gobierno nacional tiene herramientas para consensuar con los gobernadores para reducir los impuestos provinciales, como ingresos brutos y el impuesto a sellos.

“El consenso fiscal fue una herramienta que no tuvo voluntad política de sostenerla en el tiempo” expresó.
Consideró que una propuesta directa que impacte en el crecimiento de la producción y el empleo es eliminar los impuestos relacionados con las exportaciones e importación de aquellas industrias o servicios que dan valor agregado en la Argentina.

“Estos son los impuestos nacionales no coparticipables, por lo que la nación no puede eximir sin acuerdo con las provincias y, además, con esta reducción se garantiza la competitividad y el crecimiento de las PyMEs, y no se afecta el equilibrio fiscal, ya que disminuye en la recaudación directa de los impuestos mencionados, y así se compensa con mayor recurso derivados por el crecimiento económico de la Argentina”.

Mestre puso el ejemplo concreto de una Argentina con crecimiento, con equilibrio fiscal, que fue la que encabezó el presidente Arturo Ilía, “y en lugar de descalificar todo el tiempo al radicalismo, el presidente Milei debería de estudiar su gestión”.

Por otro lado, Mestre manifestó que en un contexto complejo como el que atraviesa Argentina con una deuda que parece impagable, un creciente reclamo general social, y a eso sumado un sistema productivo paralizado, “es indispensable para el funcionamiento del Estado tener un presupuesto nacional debatido y aprobado por el Congreso de la Nación”.
De acuerdo a lo manifestado por el candidato a diputado radical, este gobierno lleva dos años en ejercicio y aún no cuenta con presupuesto aprobado por el Congreso, ha utilizado el mecanismo de prórroga y la em
ergencia económica como una herramienta legal de gestión.

“Todos compartimos que es necesario que la Argentina tenga superávit fiscal, pero no puede ser que el presidente distribuya los recursos públicos a su antojo con un criterio discrecional y poco transparente”.

Agregó que no se puede desconocer que el superávit fiscal no fue producto de la aplicación de un programa económico, sino que se basó en aplicar la motosierra a las jubilaciones y pensiones, a los programas sociales, a la educación pública, a las universidades, a las transferencias que corresponden a las provincias y también eliminó la obra pública.
Esto se hizo manteniendo la enorme presión tributaria que estamos viviendo en este momento.

Es decir, la política monetaria aplicada por este gobierno, si bien ha generado un poco de baja de inflación, ha generado una gran recesión y una incertidumbre en el mercado. Este gobierno no acumula reservas en el Banco Central, sino que es con más deuda, con una devaluación permanente del dólar, con tasas de interés que llegó a convalidar en su financiamiento del Tesoro Nacional con un 95% anual y con una inflación del 2% mensual, que está destruyendo el financiamiento de las pymes argentinas.