Seis de cada diez trabajadores informales viven en la pobreza

El 40% de los trabajadores asalariados vive en un hogar pobre en Argentina, valor que asciende al 63% entre los empleados informales, según reveló un estudio del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL), perteneciente al Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

El estudio arroja datos reveladores sobre la situación de la clase trabajadora de Argentina al cierre del primer año de Javier Milei. Por ejemplo, casi 4 de cada 10 trabajadores en relación de dependencia no están registrados en la seguridad social, lo que eleva la tasa de informalidad entre los asalariados del país al 36,7%, y una mayoría de ellos son jóvenes.

Asimismo, el 63% de los trabajadores en negro vive en la pobreza, por lo que seis de cada diez personas asalariadas en condición de informalidad viven en un hogar pobre; cifra se reduce al 27% entre los formalizados -y eleva al 40% la tasa general de asalariados que son pobres-.

Los investigadores explican que cuando se hace la comparación entre el salario mensual y el valor de la canasta de bienes y servicios básicos (línea de pobreza individual) también se observa una gran discrepancia entre ambos grupos de trabajadores. Mientras que el 59% de los asalariados informales recibe un salario mensual inferior al valor de esta canasta, esto sucede sólo en el 8% de los asalariados formales.

Además, los asalariados informales exhiben una “penalidad” salarial respecto a los trabajadores formales con similares características: en promedio, esa brecha por informalidad es del orden del 46%. Esto quiere decir que si un asalariado formal obtiene un salario mensual de $100, un trabajador informal con igual nivel educativo, igual edad, en la misma región, trabajando en el mismo puesto y en una empresa de igual tamaño obtendrá una remuneración mensual de $54.

A la vez, la informalidad asciende entre las mujeres: si bien la tasa de informalidad asalariada total fue del 36,3%, es del 34,2% entre los hombres y se eleva al 38,9% entre las mujeres. En promedio, la tasa de informalidad femenina a mediados de 2024 fue aproximadamente 5 puntos porcentuales más elevada que la tasa masculina.

En cuanto a los rangos etarios, los jóvenes experimentan una tasa de informalidad significativamente más elevada que otros grupos etarios, al punto de que en el segundo trimestre de 2024, llegaba a casi el 64%, 28 puntos porcentuales más elevada que la tasa global, lo que equivale a que algo más de 6 de cada 10 jóvenes trabajadores en relación de dependencia no está cubierto por la normativa laboral y la seguridad social.