El anuncio de Milei para los presos que quieran cambiar de género en la cárcel

El presidente encabezó un acto de entrega de sables a comisarios, comandantes y prefectos promovidos de las fuerzas federales.

El presidente Javier Milei anunció la prohibición de que los presos soliciten cambio de género para pedir un cambio penal tras asegurar que es una solicitud recurrente entre distintos detenidos.

"En las últimas semanas se hicieron conocidos varios casos de delincuentes que utilizando la ley de identidad de género pretendían argumentar que en realidad eran mujeres que debían estar en la cárceles de mujeres ya sea para aprovechar de las mujeres reclusas o para continuar con los negociados desde condiciones más laxas", expresó el mandatario en un acto de entrega de sables a comisarios, comandantes y prefectos promovidos de las fuerzas federales que encabezó este martes en Casa Rosada.

Milei dio como ejemplo el caso de Ariel Cantero, el Jefe de la banda narco de Rosario Los Monos, que en los últimos días pidió 10 habeas corpus para cambiarse de género y poder recibir visitas de hombres.

"Solo en un país cuyo valores han sido profundamente trastocados puede permitirse semejante barbaridad. Por eso con nosotros esta estupidez se termina. Vamos a prohibirlo, los delincuentes no van a poder solicitar un cambio de penal bajo el paraguas de la identidad de género y vamos a impulsar una iniciativa para que los sistemas penitenciarios provinciales puedan adherir", manifestó.

Acto seguido advirtió que aquellas provincias que no adhieran a la iniciativa "lo único que estarán haciendo es premiar la creatividad a los criminales y faltarle el respeto a las víctimas del delito".

También recordó que tomaron la decisión de sacarle los celulares a los presos de las cárceles nacionales. "Se acabó el viva la pepa de que sigan haciendo sus negocios desde las cárceles federales", señaló.

Por otro lado destacó la gestión de Patricia Bullrich al frente del ministerio de Seguridad y cruzó a gestiones anteriores al asegurar que "a través de malabares teóricos nefastos" la política trató de "poner a los victimarios en el lugar de las victimas y a las victimas en el lugar de los victimarios" dejando "desamparadas y ninguneadas" a las fuerzas de seguridad.

"Era tal en ninguneo que hasta se llegó al absurdo de liberar presos o castigar policías honorables por el imperdonable delito de hacer bien su trabajo", indicó.