El presidente electo que ganó el balotaje con comodidad, aseguró durante toda la campaña que el Estado argentino en general y la economía en particular requerían de un fuerte ajuste. La columna de Martín Alanis
Nadie puede hacerse el distraído. Nadie puede decir “no me di cuenta, o pensé que no haría lo que decía”. Javier Milei, que ganó el balotaje con comodidad, aseguró durante toda la campaña que el Estado argentino en general y la economía en particular requerían de un fuerte ajuste. Hasta le puso un número: 15% del PBI.
“Es la primera vez que alguien gana diciendo que va a hacer un ajuste”, afirmó el líder libertario, y tiene razón. Rompió todos los libros de política, hasta los de Jaime Durán Barba. El consultor ecuatoriano dijo tras las elecciones Paso que “en mi vida nunca vi a nadie que ofrezca ajustes y sacrificios y gane las elecciones”. Milei lo hizo y con total crudeza.
A nivel nacional, el 55% de los argentinos lo eligieron en segunda vuelta. En la provincia de Córdoba, el 75%. Los argentinos y los cordobeses fueron absolutamente conscientes y avalaron con sus votos las políticas de ajuste que Milei propone: reducción del gasto público, privatizaciones, achicamiento del Estado, paralización de la obra pública, entre otras tantas.
Dijo que el 10 de diciembre, al momento de asumir, enviará un paquete de leyes de Reforma del Estado, concepto que se escuchó muchísimo en los años 90. De hecho, Milei asegura que el gobierno de Carlos Menem fue el más exitoso de la historia argentina a pesar de las drásticas consecuencias que dejó para la economía y que estallaron en 2001 en la presidencia de Fernando de la Rua.
Por ahora reina la incógnita sobre la magnitud del ajuste. Todavía no se tiene real dimensión. El nuevo presidente dijo que no recaerá en la gente, pero sí “en la casta y sus amigos”. Prometió cortar la emisión monetaria para frenar la inflación y volcar la responsabilidad en provincias y municipios para que encuentren financiación privada en la ejecución de obras (el famoso modelo “chileno”).
Milei señaló además que primero necesita resolver la bomba de leliqs, y luego desarmar el cepo para evitar una hiperinflación. Prometió “una solución de mercado”, sin tocar los depósitos de la gente. Es el tema más complejo al momento de su asunción, según el objetivo que él mismo se trazó.
Antes de los nombramientos, Mauricio Macri intervino fuerte en la conformación del Gabinete. También Juan Schiaretti aportó funcionarios. “La casta” ocupa lugares y La Libertad Avanza retrocede un paso en sus postulados. Una cosa es decirlo por televisión y en campaña, y otra cosa es gobernar.
De “la casta” necesita gobernabilidad y votos en Diputados y Senadores. Se vienen tiempos de diálogos y consensos, porque la etapa venidera será muy dura. Hasta Milei lo dijo. Un 2024 difícil, para crecer en 2025. El voto de los ciudadanos avaló el ajuste. A aceptarlo.