Si bien la elección PASO tuvo un ganador inesperado, hablamos claramente de Javier Milei, las campañas comienzan a recalibrarse para la primera vuelta electoral de octubre. La columna del periodista Martín Alanis
Si bien la Paso tuvo un ganador inesperado, que además supo capitalizar en los días subsiguientes el buen resultado en las urnas, hablamos claramente de Javier Milei, las campañas comienzan a recalibrarse para la primera vuelta electoral de octubre Inclusive la del propio líder libertario, que ya comenzó a moderar su discurso.
Los tres principales contendientes, según el escrutinio provisorio, quedaron con diferencias menores a tres puntos: Ganó Milei con 30%, segunda Patricia Bullrich con 28% y tercero Sergio Massa con 27%. Todavía no se conocen los resultados del escrutinio definitivo, lo que dará la certeza absoluta del recuento de votos. No obstante, no suele haber grandes diferencias con el conteo inmediato tras el cierre de los comicios.
Milei se pasea por los canales, sumó un romance que lo lleva hacia otras pantallas y programas, modera el discurso y se muestra ganador en octubre. Algunas encuestas lo acercan al 40% de los sufragios, pero ninguna lo acercaba antes al 30%. Por ende, los sondeos son tan relativos que ni siquiera sirven para un análisis preliminar. La verdad está en las urnas. Al líder libertario le faltan aún muchos votos para llegar al Sillón de Rivadavia. Para ser presidente en la Argentina se necesita alcanzar el 45% o 40% más 10 de diferencia con el segundo.
Si en la primera vuelta se repiten los guarismos de las primarias (números más, números menos), con el escenario de tres tercios sobre la mesa, el balotaje será inevitable y la contienda electoral se resolverá entre dos candidatos.
Milei sacó ventaja, pero no es holgada. Bullrich, en tanto, la más golpeada por la inesperada baja del caudal electoral de Juntos por el Cambio, juntó esta semana a todos los cambiemitas para mostrar un apoyo que difícilmente se traduzca en las urnas. La interna dejó heridos y además no habría motivos para pensar que un votante de Milei se mude hacia Bullrich si el que muestra más posibilidades de ganarle al oficialismo es el candidato libertario. También se disputan un electorado parecido y deberá sostener un discurso duro como lo fue en las Paso, pero también seducir al centro para evitar la fuga hacia Juan Schiaretti o Massa.
Y finalmente, Massa. El ministro de Economía estuvo esta semana en Washington y Villa María casi sin escala, del FMI (cerró el acuerdo por 10 mil millones de dólares en dos tramos) a encabezar el lanzamiento de licitación para la obra de reversión del Gasoducto Norte en el tramo Tío Pujio - La Carlota.
Massa no solo debe repuntar la economía en apenas 60 días, recuperar la confianza del electorado, sino además alinear a todo el peronismo (sobre todo gobernadores e intendentes) para que recuperen votos tras la magra cosecha de las Paso. Ya eligió a Milei de contendiente y aspira a llegar a la segunda vuelta. En Argentina dos meses es una enormidad. Cada movimiento se calcula como lo hace un ajedrecista.