Lula decretó la intervención federal en Brasilia hasta el 31 de enero
- 09/01/2023 07:24 hs
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El Congreso, el Supremo Tribunal Federal y el Palacio del Planalto fueron desocupados por las fuerzas de seguridad brasileñas y hay al menos 130 personas detenidas.
El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, decretó la intervención federal de Brasilia para que actúen fuerzas de seguridad y miliares hasta el próximo 31 de enero para que actúen fuerzas de seguridad y militares hasta el próximo 31 de enero, mientras que garantizó que todos los responsables de lo que calificó como una "barbarie" contra la democracia, a los que llamó "fascistas", serán castigados.
El decreto implica que las fuerzas federales "pueden actuar" para preservar la seguridad en Brasilia.
"Quien haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del país de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigados", expresó.
El presidente brasilero cuestionó las actuaciones de la Policía Militar, al señalar que "algunos se encontraron guiando a los vándalos", por lo que anticipó que habrá una investigación al respecto.
En ese marco, al menos 130 personas fueron detenidas por participar de los actos golpistas de hoy de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que invadieron la casa de gobierno de Brasil, el Congreso y la sede de la corte suprema en Brasilia, luego de que la policía recuperara el control general de la situación, informó la prensa local.
De acuerdo con medios locales, el interior del Congreso, el Supremo Tribunal Federal y el Palacio del Planalto fueron desocupados luego de una operación que contó con la tropa de choque y el lanzamiento de gases lacrimógenos desde helicópteros, convirtiendo Brasilia en una plaza de guerra a raíz de la acción de los seguidores de Bolsonaro, que piden un golpe de Estado.
Los edificios de la corte y el Planalto fueron retomados por la policía, aunque todavía quedaban manifestantes frente al Congreso Nacional.
Por ello, Lula decretó la intervención federal por un mes de la seguridad de Brasilia.