El ministro de Desregulación y Transformación del Estado prepara una serie de decretos y resoluciones para tomar las últimas medidas de simplificación administrativa que le permite la Ley Bases.
A casi un año de la aprobación en el Congreso de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, el Gobierno está a punto de perder las facultades delegadas que se le otorgaron para poder adoptar ciertas medidas administrativas y simplificar trámites burocráticos sin tener que pasar por ambas Cámaras.
Uno de los integrantes del Gabinete que más utilizó esta herramienta en los prácticamente 12 meses que lleva la norma fue el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
De hecho, el funcionario fue convocado por el presidente Javier Milei para sumarse formalmente a la gestión luego de que el oficialismo lograra sancionar ese proyecto y en su oficina tiene un contador de los días que le restan para poder llevar adelante sus iniciativas sin necesidad de un debate parlamentario.
Con el correr del tiempo, cada vez es más corto el plazo con el que cuenta y actualmente tiene tan solo cinco semanas con facultades delegadas, ya que el 8 de julio es la fecha en la que vencerá este beneficio, que las autoridades nacionales ya anticiparon que no buscarán renovar.
Ante esta situación, el ministro ya prepara una serie de decretos y resoluciones para tomar las últimas medidas de simplificación gubernamental, que serían publicados próximamente en el Boletín oficial e involucra a áreas como Transporte, Salud y Economía.
“El objetivo es reducir duplicaciones, gasto innecesario y poner fin a décadas de despilfarro, descontrol y expansión injustificada de estructuras”, explicó el propio Sturzenegger a través de un mensaje que publicó en su cuenta de X.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes al tanto de la iniciativa, una de las novedades será crear una agencia que concentrará las tareas de diferentes organismos de transporte terrestre que hoy son autárquicos.
Puntualmente, el objetivo es unificar la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), la Agencia Nacional de Seguridad Vial y el sector automotor de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST).
Esta última entidad se encarga de investigar accidentes y diferentes sucesos que involucren todo tipo de vehículos (también aéreos, marítimos, fluviales y ferroviarios) para después elaborar informes y hacer recomendaciones para evitar que vuelvan a suceder.
Otros dos sectores que podrían sufrir modificaciones son la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA).
Si bien trascendió que ambas dependencias también podrían ser fusionadas, esto es algo que se analiza desde el año pasado y todavía no hay una definición clara al respecto, ya que en la secretaría de Transporte hay quienes advierten que cumplen funciones muy diferentes.
Hace tan solo unas horas, el Gobierno aceptó la renuncia de la interventora de la ANAC María Julia Cordero, que desde que asumió en agosto del 2024 tuvo una relación tensa con el subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Adrián Gómez.
En su lugar fue designado Oscar Alfredo Villabona, un dirigente muy cercano a Gómez y que hasta el momento estaba al frente de la Dirección Nacional de Inspección de Navegación Aérea, por lo que recién comienza una nueva gestión en esta entidad.
En cuanto a Salud, fuentes cercanas al ministro Mario Lugones negaron que se vaya a desintegrar la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), como circuló luego de las declaraciones de Sturzenegger.
El lugar que sí estaría bajo la lupa es el Instituto Nacional del Cáncer, cuyas tareas van a ser absorbidas por la cartera nacional que lidera Lugones para centralizar la gestión y hacerla más eficiente.
“Nosotros ya anunciamos que iba a ocurrir eso. Si bien todavía no sucedió oficialmente (con decreto del Boletín Oficial), muchos de los trabajos que hacía ya funcionan bajo la órbita del Ministerio”, indicó a este medio una fuente oficial.
Algo similar sucedería con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que se dedica a controlar la calidad animal y vegetal para garantizar la inocuidad de los alimentos.
Se trata de un organismo que, de acuerdo con gente del sector, tiene una alta carga burocrática y depende de la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, dentro del Ministerio de Economía que conduce Luis “Toto” Caputo.
En este caso, el rediseño incluirá también al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que se ocupa del desarrollo sostenible del sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial
Las autoridades nacionales señalan que gran parte de las entidades que están en revisión son instituciones autárquicas, por lo que cuentan con una estructura propia y un presupuesto especial designado.
Por esta razón, si se unifican o se convierten en una agencia o subsecretaría dentro del Estado central, no solamente ya no dispondrán de fondos destinados para ellos, sino que se eliminarían algunas áreas específicas como recursos humanos, legales o prensa.
El Gobierno considera que muchos de esos segmentos se repiten y cumplen las mismas funciones, ya que, por ejemplo, la CNRT cuenta con todas esos departamentos administrativos, que también tiene la secretaría de Transporte, por lo que podrían unificarse y así reducir la estructura y el gasto.