Argentina frente a una "ola" de importaciones: ¿oportunidad o amenaza para la industria local?

El economista local Carlos Seggiaro brindó un análisis exhaustivo en Radio Villa María sobre la creciente ola de importaciones que atraviesa Argentina y las implicaciones de la política de apertura económica impulsada por el gobierno. El especialista destacó un notorio aumento en la entrada de productos, influenciado por la flexibilización de normativas aduaneras y la baja de aranceles. Al mismo tiempo, advirtió sobre las consecuencias negativas que esto puede tener en el empleo. 

"Hay una ola de importaciones", afirmó Seggiaro, mencionando conversaciones con ferreteros de la ciudad que viajaron a la Feria de Cantón en China y se encontraron con un vasto mercado de herramientas. El economista contextualizó esta situación recordando que el presidente Javier Milei había manifestado en campaña su intención de "abrir la economía argentina a la chilena", una política que, según Seggiaro, se está implementando mediante la disminución de aranceles y el desmantelamiento de estructuras administrativas en la aduana.

Los datos estadísticos confirman esta aceleración. En el primer cuatrimestre de este año, las exportaciones argentinas aumentaron un 5,8%, mientras que las importaciones crecieron un 37% en comparación con el mismo período del año anterior.
Además, Seggiaro destacó el auge de los envíos "puerta a puerta" a nivel internacional. 

El gobierno habilitó un área específica en Ezeiza para las empresas de courier, lo que ha provocado un aumento del 167% en las importaciones de piezas individuales por este sistema en lo que va del año, registrándose 10.000 entregas diarias desde el exterior. 

El economista ejemplificó con el caso de un empresario de Río Tercero que compró una pieza de moto en China a un 20% del precio local, recibiéndola en 15 días.

El economista enfatizó que esta política de apertura no cambiará, ya que es parte de la estrategia gubernamental. 
Además, se refirió al "atraso cambiario", un tema recurrente en sus análisis. Un informe reciente de la Fundación Mediterránea indica que el tipo de cambio real en Argentina está un 30% por debajo del promedio de los últimos 25 años. 
Seggiaro explicó que el Banco Central interviene para mantener este tipo de cambio, con el objetivo político de bajar la inflación de cara a las elecciones.

La combinación de apertura económica y tipo de cambio atrasado es "casi letal" para algunos sectores, como la industria y ciertas cadenas agroalimentarias, citando el ejemplo del sector porcino, afectado por importaciones desde Brasil.

Seggiaro advirtió sobre las consecuencias en el empleo: "Mirado hacia el año que viene va a aumentar la tasa de desocupación en la Argentina". Si bien las importaciones benefician al consumidor con precios más bajos, el economista recordó que "en otra instancia cada uno de nosotros es empleo de una fábrica, trabaja en un servicio".