Dos jóvenes argentinos crean sorbetes a partir de tallos de trigo

En los últimos años, la prohibición de los sorbetes de plástico en varias ciudades del país, incluida Buenos Aires, impulsó el uso de reemplazos como el papel y el cartón.

Sin embargo, estos materiales no lograron cumplir eficazmente su función: se desarman rápidamente al contacto con líquidos y, además, están asociados a procesos de deforestación.

Frente a esta problemática, De Stéfano y Ben encontraron en los tallos vegetales una solución innovadora. Inspirados en desarrollos vistos en Asia —donde el acceso a información técnica fue limitado— lograron diseñar un producto que no solo resiste en bebidas, sino que también respeta principios de sustentabilidad y sostenibilidad.

“Nos llamó la atención que no existiera algo similar en América Latina. Trabajamos mucho para superar la falta de datos, ya que China no comparte casi información”, explicó De Stéfano. Hoy, su emprendimiento ya se encuentra en el mercado, apostando por un nombre “ruidoso, memorable y direccionado” para consolidar su identidad de marca.

Con la mira puesta en el crecimiento, los emprendedores buscan fortalecer la venta directa en el mercado local durante este año y, en 2026, comenzar a exportar a países vecinos con un año de experiencia comercial en su haber.

​A partir de la investigación, descubrieron que los tallos de las plantas podían ser utilizados para fabricar bombillas resistentes, sostenibles y amigables con el medioambiente.