Almaceneros relevaron una inflación de 2,8% en noviembre

El Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas de Córdoba (IETSE), ligado al Centro de Almaceneros y Autoservicios de Córdoba, registró en noviembre de 2024, una inflación minorista de 2,8%.

En tanto, la Inflación interanual (últimos doce meses) llega a 193%; la acumulada (enero-noviembre de 2024) a 124%; y la proyectada para todo el año, a 133%.

Mientras que el costo de la Canasta Básica Total (CBT) para una familia tipo de 4 integrantes, el monto de dinero necesario para cubrir el componente alimentario y no alimentario, y no caer bajo la Línea de Pobreza, alcanzó durante noviembre 2024 un valor monetario de $1.247.542.

Por otro lado, la Línea de Indigencia (monto que precisó una familia de 4 integrantes para cubrir las necesidades básicas alimentarias) se situó durante noviembre 2024 en $670.912. El informe resalta que el valor registrado de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) durante el penúltimo mes del año tuvo un incremento por debajo del nivel inflacionario: 2,6%.

El trabajo del IETSE se realizó sobre una muestra poblacional representativa de la Provincia de Córdoba, mediante 2.500 Encuestas personales e individuales a Jefas y Jefes de Hogares, efectuadas durante el mes de Noviembre 2024.

Otros datos

Según el informe, el 57,9 % de las familias, no pudo acceder plenamente a la Canasta Básica Alimentaria y de los hogares que si pudieron acceder a la totalidad de los productos de la Canasta Básica Alimentaria, el 73,9 % lo hizo con asistencia estatal (AUH / Tarjeta Alimentar).

A su vez, en el 10,8 % de los hogares, hubo algún o algunos integrantes que sólo comieron una vez al día o dejaron de comer todo un día. Además, un 17,1 % de las Familias, “tuvieron que hacer algo que hubieran preferido no hacer para conseguir alimentos, tal como pedir dinero o pedir comida”.

Por su parte, el 19,5 % de los hogares, en algún momento del mes, se quedó sin alimentos y en el 31 % de los hogares, hubo integrantes que en algún momento del mes sintieron hambre, pero no pudieron cubrir esa necesidad.

También señala el trabajo que “el 48,4% de las familias debió suspender alguna ingesta diaria (desayuno, almuerzo, merienda o cena) y el 88,7% de las familias tuvo que financiar alimentos, (al fiado 40,5 %, con tarjetas de créditos 38,8% y/o con dinero prestado el 9,4%).