En muchos casos por la inestabilidad de precios y los vaivenes económicos, en otros, por la transición generacional, es decir los que quedan y continúan con la empresa.
Informe de Jorge Alegre
Informe de Jorge Alegre
Qué pasa con el cierre de los tambos, en muchos casos por la inestabilidad de precios y los vaivenes económicos, seguramente es un condicionante, porque los precios que hoy se manejan sobre todo en las empresa más chicas o si se quiere tambos más reducidos en su capacidad de producción, los números no cierran.
Pero existe otro fenómeno mucho más inmediato a resolver. La transición generacional, es decir los que quedan y continúan con la empresa. Familias que no están dispuestas a seguir por distintas razones y que hace que los tambos pierdan interés en su estructura familiar, y por ende edilicia.
Este fenómeno comienza a hacerse más fuerte en las pequeñas estructuras familiares, y entonces se escucha no me interesa es mucho trabajo lleva tiempo y no estoy dispuesto.
La respuesta más inmediata es la agricultura o el alquiler de esas tierras.
Todo es posible, pero tambos deben existir y lograr que los mismos tengan posibilidades de ser una actividad para esos pequeños productores rentable y con capacidad de crecimiento.
Sabido es que esto no es nuevo siempre se discutió que el precio, la falta de pasto, el kilogramo de grasa butirosa en su momento, lo concreto es, no hay tamberos o personas interesadas en aprender el oficio.
Afortunadamente la otra cara de la moneda es que todavía encontramos esas empresas que hacen de la continuidad generacional, una marca registrada en el apellido de la empresa.
Este es el caso de la familia Iommi, productores tamberos de la Colonia Nueva Laboulaye, zona rural Salguero, en el sur de la Provincia de Córdoba, una historia sorprendente y llena de cuestiones de afecto, que hicieron hoy de este tambo una verdadera empresa familiar nacida en el seno mismo de la actividad propiamente dicha es decir ordeñando y estando al pie de la vaca.
Pero por sobre todo de la confianza y esa amistad que otro productor Aniceto Zona en su momento le diera la oportunidad de que Iommi tuviera su propio tambo y allí comienza otra historia hasta estos días.