La justicia cordobesa elabora un protocolo para regular la actividad de los "naranjitas"

El fiscal Marcelo Fenoll dialogó con DE UNA sobre el protocolo de acción que la justicia cordobesa elabora para prevenir y disuadir el cobro indebido de estacionamiento en la vía pública, llevado acabo por los “naranjitas”.

Fenoll resaltó que "el primer objetivo de esta intervención que nos delegó el fiscal Juan Manuel Delgado a mí y a la fiscal de instrucción Lourdes Quaglia, consiste en identificar y contactar a todas las áreas involucradas con esta temática para generar protocolos para regularizar la situación de dichas personas a los fines de retornar a una situación pacífica en cuanto al uso del espacio público".

Agregó que "se debe distinguir muy bien qué actividad está autorizada y cuál no, siendo aquella actividad autorizada la delegada por el poder que tiene la municipalidad de concesionar ciertas áreas bajo ciertas condiciones. Eso hay que comunicarlo a la comunidad de la manera más enfática y  precisa posible".

Recalcó que también están distinguiendo cuál es la actividad que, fuera de las concesiones municipales, está tolerada por la ley en el artículo 60 del Código de Convivencia, donde habla de dicha actividad llevada a cabo sin la imposición de un precio determinado, a modo de propina o de limosna, a voluntad del conductor sin que se le imponga la obligación de pagarla cuando deja el auto, pudiendo hacerlo cuando lo va a retirar. Añadió que "esto inició esta suerte de proliferación de personas que solicitaban una colaboración a cambio de su presencia en el lugar, es una de las formas que se conocen como mendicidad encubierta".

Sostuvo que "esto ha mutado en metodología hacia figuras que pasan desde la contravención directamente al delito. Estamos hablando de una falta cuando se impone un precio fijo o negociable, dependiendo del tipo de auto o del género del conductor, por dejar el auto, y por ende habilita la intervención policial para impedir la continuidad de la falta y proceder al arresto preventivo del sujeto".

Aseguró que han visto, como un extremo, que dicha imposición se realiza bajo amenaza expresa o velada de que si no se hace el aporte y aún así se deja el auto en el lugar puede llegar a sufrir un determinado daño en el vehículo.

"La idea de este protocolo es primero trabajar en prevención, o sea estar en las zonas donde sabemos que ocurre o va a ocurrir esto, intimar a las personas que van a desarrollar esta tarea y las diferencias entre las distintas modalidades y las consecuencias de obrar fuera de lo que está permitido y reglamentado. Informar a las personas que actúan en el lugar sobre cuáles son sus derechos y en el caso que aún así se cometan faltas o delitos brindarle al ciudadano un procedimiento a través del cual, mediante un simple llamado telefónico, puede dar cuenta de lo que suceda, se aborde la situación por parte de la autoridad municipal o policial y se dé intervención a la justicia", explicó.