El 8 de diciembre de 1980 el mundo entero se conmocionó luego de que Mark David Chapman disparara a quemarropa contra John Lennon. La muerte del ex Beatle fue llorada por sus miles de fanáticos alrededor del mundo, quienes hasta el día de hoy se siguen preguntando cuáles fueron los motivos que llevaron al hombre a cometer tal acto.
Mark David Chapman se reconocía como un fan de The Beatles, como muchas personas en aquel entonces, al vivir el apogeo de la banda que supo marcar la historia de la música. Sin embargo, aquella admiración no fue un freno para poner en marcha su escalofriante plan: matar al cantante. Para ello, el hombre viajó desde su Honolulu natal (Hawaii) hacia Nueva York y diagramó su plan de acción al analizar los movimientos de su víctima. Lo hizo una vez y se arrepintió, pero meses más tarde volvió a intentarlo.
Esta foto del 31 de enero de 2018, proporcionada por el Departamento Correccional del Estado de Nueva York, muestra a Mark David Chapman, el hombre que mató a John Lennon. AP - Archivo
Una vez que definió sus pasos, el asesino se dirigió al edificio Dakota, donde Lennon vivía. Esperó la llegada del cantante junto a su esposa Yoko Ono. Ambos, como era costumbre, fueron interceptados por fans, entre ellos estaba Chapman. La pareja saludó a los presentes y cuando se disponían a retirarse, el asesino les apuntó y ejecutó cinco disparos, cuatro de ellos impactaron contra el artista, y uno en el edificio.
Tras los disparos, Chapman permaneció inmóvil en el lugar del atentado. Ese momento la historia de la música cambiaba por completo. El joven de entonces 25 años se declaró culpable de asesinato en segundo grado y se convirtió en la persona más repudiada del mundo. Fue condenado a cumplir una pena de prisión de veinte años a cadena perpetua.
Pasaron más de 40 años desde aquel fatídico día y en varias ocasiones David ha intentado obtener su libertad condicional: el año pasado le fue negada por doceava ocasión; sin embargo, en sus declaraciones reveló que su único fin tras asesinar al legendario músico era conseguir fama mundial.
De acuerdo con varias agencias de información que tuvieron acceso a las declaraciones juradas de Chapman, el asesino reveló que estaba consciente de que “lo pretendía hacer (matar a Lennon) era incorrecto”, pero era tanto “su deseo por sobresalir” que estaba dispuesto a cualquier cosa. “Quería tanto la fama que estaba dispuesto a darlo todo y quitar una vida humana. No voy a culpar a nada más ni a nadie más por traerme hasta aquí”, dijo al declarar sobre los motivos que lo llevaron a su accionar.
Asimismo, reconoció que nadie hubiera podido detenerlo, ya que estaba seguro de que la muerte del intérprete era su “gran respuesta a todo”. “Ya no iba a ser un don nadie”, dijo sobre sí mismo. Tras estas declaraciones, la junta de libertad condicional citó como “consideración egoísta por la vida humana de importancia mundial” la razón para mantener a Chapman en el Centro Correccional de Green Haven, en Nueva York, donde cumple su sentencia y será hasta el 2024 cuando pueda volver a apelar.
El Universal
Foto: Bob Gruen/EMI - Archivo