Gisela, de 39 años y residente del barrio Ex Matadero de Villa Nueva, pide ayuda para conseguir un lugar y criticó la falta de humanidad de las autoridades municipales que la desalojaron.
Una situación de extrema vulnerabilidad se registra en el barrio Ex Matadero de Villa Nueva, donde Gisela, una mujer de 39 años y madre de varios hijos, denunció que fue desalojada de su vivienda el pasado jueves por la noche de forma abrupta, sin ningún tipo de aviso o notificación previa.
"No había tenido ni citación, orden ni nada. Esa noche vinieron directamente y desarmaron todo sin previo aviso", relató Gisela al Móvil de Radio Villa María. La mujer aseguró que al momento del desalojo se encontraba con sus hijos y que nunca recibió ninguna notificación judicial, solo una amenaza de que le quitarían a sus hijos.
El barrio Ex Matadero es un asentamiento donde, según se estima, viven más de 40 familias. Gisela sorprendió al señalar que, a pesar de la situación de precariedad generalizada, fue la única a quien desalojaron. Su vivienda, como la de muchos otros vecinos, carece de servicios esenciales como agua y cloacas.
La noche del desalojo Gisela recibió la ayuda inmediata de sus vecinas, quienes colaboraron para resguardar sus pocas pertenencias y, fundamentalmente, proteger a los niños.
La mujer explicó que en el operativo estuvieron presentes un efectivo policial y un empleado municipal, quienes, según Gisela, actuaron sin presentar ningún tipo de papel o autorización. "Ellos llegaron diciendo que yo no tenía que estar ahí porque es un lugar inhabitable porque no hay no hay agua, no hay luz, no hay cloaca", contó, lo que generó la indignación de los vecinos, quienes señalaron que todos vivían en las mismas condiciones.
Gisela, quien ha ha sufrido maltrato por parte de su pareja, se mantiene a flote vendiendo ropa, repasadores, sahumerios y pan casero para sostener a sus hijos.
Actualmente, ella y sus hijos se encuentran viviendo "momentáneamente" en la casa de una vecina, ya que aseguró que no recibió ninguna ayuda por parte de las autoridades municipales. "Ellos sacaron, desarmaron todo y hicieron así como limpiada de manos y se fueron sin preocuparse que había criaturas y seres humanos", lamentó.
La mujer pide ayuda a la comunidad, consciente de la dificultad de encontrar un alquiler que se adapte a su situación familiar, dado que con varios hijos es complejo conseguir propiedades.