El director de la Departamental Unión, Lucas Dagatti, dialogó con Radio Villa María y dio detalles de lo ocurrido el pasado fin de semana en el partido entre San Carlos y Progreso por los cuartos de final de la Liga Bellvillense.
El director de la Departamental Unión de la Policía de Córdoba, Lucas Dagatti, brindó detalles a Radio Villa María sobre los graves incidentes ocurridos el pasado domingo 8 de junio en el clásico futbolístico de Noetinger entre San Carlos y Progreso, que terminó con la suspensión del encuentro y dos detenidos.
En diálogo con Lo que Pasa(lunes a viernes de 9 a 13 por AM930) Dagatti explicó que se había desplegado un operativo con 24 efectivos en el estadio de San Carlos para el partido, correspondiente a los cuartos de final de la Liga Bellvillense. "Cuando iban 26 minutos del primer tiempo, el árbitro expulsa a un jugador, esto origina que otros integrantes del equipo se abalanzaran contra él y tuvo que intervenir la Policía que estaba de adicional", relató el director de la Departamental Unión.
Según Dagatti, la primera medida de la Policía fue "resguardar la integridad física de los de los árbitros". Tras la agresión, el árbitro expulsó a cuatro jugadores más de San Carlos y debido a la inferioridad numérica con la que contaba el equipo finalizó el partido.
La tensión se trasladó fuera del campo
La suspensión del encuentro no calmó los ánimos, especialmente de la parcialidad local. "La actitud totalmente enardecida de de los locales hizo que tuviéramos que resguardar a los árbitros en el vestuario", explicó Dagatti. Una vez comunicado el fin del partido, se invitó a los simpatizantes a desalojar la cancha, pero "lejos de ello, un grupo de la parcialidad local permanecía en el estadio, en las tribunas, y otro grupo estaba en las calles", precisó.
Ante la persistencia de los disturbios, la fuerza policial decidió esperar refuerzos. "Creímos esperar un tiempo suficiente para poder contar con algunos refuerzos. Pedimos la colaboración de la Guardia de Infantería, ya había una unidad de Infantería, pedimos dos más", señaló Dagatti.
El jefe policial también se hizo presente en el lugar. "Una vez que estuvieron dadas las condiciones decidimos sacar a los árbitros para proteger su integridad física. No solamente de los árbitros, sino también del público en general y de los policías también que estábamos custodiando en la cancha", enfatizó.
El operativo para desalojar a los árbitros fue complejo y en videos que circularon por redes sociales se pudo ver una gran cantidad de hinchas intentando agredir al móvil policial. "Tengamos en cuenta que en el departamento de Unión tenemos cuatro ligas y tuvimos muchas canchas este este fin de semana. Y como vengo diciendo, esto es una excepción a la regla. Se vio una situación muy particular y esto hizo de que tengamos que que tomar esas medidas para poder eh sacar a a los árbitros, que estuvieran dos horas y media en el vestuario esperando la oportunidad para para poder ser trasladados", detalló Dagatti.
Durante esa espera, la parcialidad de San Carlos continuó en las inmediaciones del estadio con insultos, según detalló el jefe policial. "La parcialidad local no solamente que no se había ido, sino que aguardaba en las inmediaciones de la cancha con gritos, con insultos, y eso llevó a que tuviéramos que pedir el refuerzo de la Guardia de Infantería y una vez que estuvieron ellos allí presentes, desalojar las calles para poder salir con con los árbitros", sostuvo. La intervención se realizó "haciendo uso de las armas menos letales por suerte con gran profesionalismo por parte de la Guardia de Infantería y no hubo ninguna persona lastimada", destacó el jefe policial.
Persecución y daño a un móvil policial
Los incidentes escalaron aún más al momento de la salida de los árbitros. "Una vez liberada la calle pudimos sacar a los árbitros en un móvil policial y ahí se originó un episodio donde tuvimos un daño en un móvil policial", relató Dagatti.
El daño fue provocado por dos jóvenes una vez que el vehículo ya había dejado la ciudad, y fueron posteriormente detenidos. "Dos jóvenes de 30 y 23 años salieron en un automóvil, siguieron a la comisión policial, se adelantaron, giraron en una rotonda, y arrojaron una piedra al móvil policial dañando el parabrisas. Una de las astillas lesionó al chofer", explicó.
La persecución se extendió por varios kilómetros. "Esto fue en la ruta 2, ante de llegar a Cintra. Hicieron aproximadamente 12 kilómetros para llegar a esa rotonda, y ahí vuelven de frente y arrojan una piedra al móvil", precisó. Finalmente, "pudimos aprehender a estas dos personas por daño calificado y ya están a disposición de la justicia. No hubo más personas detenidas, solamente esas dos", concluyó Lucas Dagatti.