El Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo se conmemora desde el 2003, es una fecha para hacer conciencia sobre la importancia de la prevención de accidentes y enfermedades laborales.
El 23 de abril de 1987 colapsó el L'Ambiance Plaza, un desarrollo residencial en Bridgeport, Connecticut, Estados Unidos. En ese accidente, 28 trabajadores perdieron la vida.
En señal de protesta, el movimiento sindical comenzó a promover el 28 de abril como el Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos, fecha que se conmemora desde 1996.
En el 2003, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se involucró en esta movilización y declaró el 28 de abril como el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una jornada para sensibilizar sobre la importancia de la prevención de accidentes y enfermedades laborales.
“Se considera un día para aumentar la conciencia internacional sobre la seguridad y la salud tanto entre los sindicatos, como entre las organizaciones de empleadores y los representantes de los gobiernos”, indica el organismo internacional.
De acuerdo con la OIT y la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en el mundo casi 2 millones de personas a causa de factores ocupacionales, el más letal, son las jornadas laborales extensas y sus implicaciones en la salud, cuatro de cada 10 decesos se asocian con el tiempo de trabajo.
De ahí que Guy Ryder, exdirector general de la OIT, expresara que “muchas más personas mueren por culpa del trabajo que por los conflictos en el mundo”.
En el caso de México, los últimos datos disponibles del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que se registran 1,000 accidentes de trabajo diarios en promedio, la mayoría de estos se presentan en actividades que podrían considerarse de bajo riesgo, lo que refleja el desafío aún existente en prevención de seguridad y salud en el trabajo.
Las cifras del IMSS también evidencian que en el 85% de los accidentes laborales hay un acto inseguro por parte del trabajador; por ejemplo, la adopción de posiciones peligrosas, uso inapropiado de las manos, fallas al asegurar el equipo, operar a velocidad insegura, no usar el equipo de protección o hacerlo de manera inapropiada.
En 2022, la seguridad y salud en el trabajo fue incluida como un derecho fundamental en el entorno laboral, en esa lista se encuentran también la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva, la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio, la abolición efectiva del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.
“La histórica decisión significa que todos los Estados miembros de la OIT se comprometen a respetar y promover el derecho fundamental a un entorno de trabajo seguro y saludable, hayan ratificado o no los convenios correspondientes”, señaló el organismo en un comunicado.
Los nuevos riesgos con la tecnología
Cada año, la jornada por el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo gira en torno a un reto, en 2025 el enfoque es sobre los riesgos vinculados con el uso de nuevas tecnologías y la digitalización del trabajo.
En ese sentido, la OIT ha presentado su nuevo informe global Revolución de la seguridad y la salud: Papel de la IA y la digitalización en el trabajo, en esta investigación se destacan los beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías para las dinámicas laborales y la gestión de la salud ocupacional, pero también se advierte sobre los riesgos que van de la mano de la digitalización; por ejemplo, el aislamiento social por una baja interacción entre compañeros, aumentos de cargas laborales por una gestión algorítmica o un sentido de disponibilidad total, trastornos ergonómicos debido a posturas inadecuadas o imposibilidad de tomar pausas, sólo por citar algunos casos.
“La vigilancia excesiva, la presión por la productividad y la toma de decisiones automatizada pueden reducir la autonomía de los trabajadores y aumentar el estrés. Otros posibles riesgos psicosociales asociados a la gestión algorítmica son el aislamiento social, los sesgos en la contratación y los ascensos, y la recopilación intrusiva de datos”, se destaca en el informe.