Así lo señaló Enrique Zabala, abogado de Gastón Zárate, quien fue acusado injustamente convirtiéndose en el "perejil" del caso Dalmasso.
Enrique Zabala, abogado de Gastón Zárate,
Enrique Zabala, abogado de Gastón Zárate,
Enrique Zabala, abogado de Gastón Zárate, en dialogo con DE UNA indicó que el Estado ejerció su poder punitivo de reprimir y perseguir el delito durante más de 15 años.
"No existe ningún elemento que demuestre que el plazo se interrumpió durante todo este tiempo, por eso, para mí, esta causa está muerta desde el punto de vista de la persecución penal", dijo.
Para él, al no encontrarse rastros en la escena del crimen, no pudo tratarse de un caso espontáneo, de una casualidad. Explicó que, a menos que en la investigación se haya dejado pasar varios "elefantes" por delante, el culpable era alguien que conocía las entradas y los horarios, lo que le permitió eludir el perro, la cerradura y las cámaras.
"La fiscalía debió haber abordado todas las posibilidades de sospecha. Que vengan y digan que hay otro sospechoso, ya no tiene sentido", expresó.
Zabala comentó que la acusación de Roberto Barzola, quien trabajaba como pulidor de pisos en la casa donde ocurrió el hecho, no puede prosperar porque la causa ya está prescripta.
Bajo su criterio, el acusado sufrió un daño reputacional enorme al no poder probar su inocencia. "Se prefiere que el delito quede impune antes de acusar a una persona inocente", sostuvo.