El mensaje enfatizó en la necesidad de superar el orgullo en nuestros corazones para permitir que Dios entre y traiga consigo la luz, la paz y la victoria sobre la oscuridad y el pecado.
En un emotivo mensaje navideño dirigido a los feligreses cristianos de la diócesis de Villa María y alrededor del mundo, el obispo Samuel Jofré Giraudo compartió palabras de esperanza, amor y paz en la celebración de la fe cristiana.
Desde la catedral de la diócesis, el obispo expresó su deseo de que la Navidad sea un tiempo de renovación espiritual y reflexión para todos. En su mensaje, destacó la importancia de recordar y renovar el nacimiento de Jesús en el pesebre de Belén, simbolizando la humildad y el amor de Dios hacia la humanidad.
"Jesús nació en un pesebre porque su pueblo no lo recibió, pero no guardó rencor. En lugar de eso, se retiró humildemente, guiado por María y José, hacia un pesebre que refleja nuestra propia vida y alma", dijo el obispo, resaltando la lección de humildad y amor que todos pueden aprender de este pasaje bíblico.
Asimismo, hizo un llamado a la oración, señalando que la oración renueva la escena del pesebre, y exhortó a los feligreses a rezar junto a sus seres queridos en sus hogares y a participar en la santa misa para experimentar la paz que viene como un río a las almas que se abren a Dios.
Concluyendo su mensaje, el obispo Samuel Jofré Giraudo extendió sus deseos de una Navidad llena de paz, amor y renovación espiritual a todos los habitantes de Villa María, así como a los católicos de todo el mundo.
Y añadió: “la fe nos ilumina, la fe nos colma y nos llena de esta paz inmensa que esta Navidad trae al mundo”, completó.