Ante la sequía de la región la situación de los habitantes es compleja. Las lluvias todavía son escasas y muchas familias dependen del reparto del agua en camiones.
En pleno verano, la mayoría de las localidades de Sierras Chicas están en emergencia hídrica. Las fuentes proveedoras de agua presentan niveles muy bajos, la demanda es alta y los ríos no alcanzan a llenarse con las últimas lluvias caídas.
La creciente población viene padeciendo la falta de agua potable en sus hogares, con cortes y restricciones. Varias dependen del reparto de los camiones.
El acueducto Sierras Chicas Norte que traería alivio a la región, aún está en obras. Y la primera etapa que estaba prevista para Salsipuedes (primeros días de enero de 2023) está retrasada.
Además, las altas temperaturas y el mayor consumo en esta época del año agravan la sequía en todo el corredor serrano.
El dique, La Quebrada sigue bajando y las cooperativas de agua Unquillo-Mendiolaza y Obras y Servicios de Río Ceballos emitieron una alerta roja por restricción del suministro. Y el pedido es extremar el cuidado del recurso vital.
Por su parte, Salsipuedes es la ciudad más complicada porque muchas familias dependen de los camiones para tener el recurso. Teniendo en cuenta que es la de mayor crecimiento poblacional (con alrededor de 20 mil habitantes, sin datos censales).
En los últimos meses, la situación se agudizó por las escasas lluvias, y el consumo es mayor por las altas temperaturas.