La imagen del embudo del lago San Roque montado sobre tierra es desoladora. La larga sequía que padece la región tiene efectos pocas veces vistos en el embalse.
Es más, como sucede en las sequías pronunciadas, emerge el viejo paredón que no pudieron voltear ni las dinamitas ni la campaña de desprestigio que sufrieron los constructores Juan Bialet Massé y Carlos Cassaffousth.
Este miércoles 7 de diciembre de 2022, el lago San Roque se ubicó en los 28,98 metros, unos 6,32 metros por debajo del nivel del vertedero.
Se trata del registro más bajo entre los que aparecen en la página del Gobierno de Córdoba en la sección dedicada a la Secretaría de Recursos Hídricos.
Incluso está peor que en 2010, uno de los años en que la sequía afectó más al embalse.