Ballenas: claves frente al Cambio Climático y para la Economía Azul
- 12/12/2022 18:24 hs
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Científicos argentinos destacaron la contribución de los cetáceos a la fertilización de los océanos y a la captura de carbono, uno de los gases responsables del efecto invernadero.
Las ballenas fueron foco de atención mediática a comienzos de octubre, cuando se hallaron más de 30 ejemplares muertos en las costas de la Península Valdés. El episodio, provocado por una floración algal venenosa -conocida como “marea roja”- inusualmente intensa, invita a la reflexión: ¿Por qué son tan vulnerables e importantes estos gigantes oceánicos?
“Las ballenas son guardianas de los océanos y de la vida misma”, afirma Roxana Schteinbarg, co-fundadora y coordinadora de Programas de Comunicación del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB).
Y continúa: "Con sus enormes cuerpos, tienen la capacidad de capturar CO2 (dióxido de carbono) de origen antropogénico, mucho más que un árbol: 33 toneladas a lo largo de su vida, que puede superar los 100 años. Cuando mueren y sus cuerpos llegan al fondo del mar, este gas queda retenido en el lecho oceánico, reduciendo el stock de CO2 en la atmósfera, y contribuyendo como si fueran bosques, a la mitigación del cambio climático”.
Pero no es ésta su única función ecosistémica. Las ballenas son también grandes fertilizadoras de los océanos: al alimentarse de krill y defecar, van reponiendo nutrientes que permiten el crecimiento de algas y otros microorganismos que son a su vez alimento del krill, en un ciclo perfecto de economía circular.
Por otro lado, estas enormes y carismáticas criaturas del mar también contribuyen, a partir de actividades de avistaje, al desarrollo del turismo en muchas regiones del mundo, como la península de Valdés en la Patagonia argentina.
Paradójicamente, y pese a sus enormes contribuciones al ecosistema, las ballenas son una de las especies más amenazadas por los desequilibrios ambientales generados o agravados por la actividad humana: el cambio climático, la basura plástica y la contaminación de los océanos y mares.
Un estudio de investigadores del ICB y de Ocean Alliance mostró los efectos del cambio climático sobre la supervivencia de las hembras de ballena franca austral. De acuerdo a este trabajo, que fue publicado en la revista científica Science Advances, la mortalidad de las hembras aumenta luego de eventos de El Niño, y esto puede retrasar o incluso impedir el nacimiento de nuevos ejemplares.
El cambio climático también genera una mayor frecuencia e intensidad de fenómenos como la marea roja que ocurrió en la zona de Península Valdés entre fines de septiembre y principios de octubre y provocó la muerte de al menos 30 ballenas.