Recomendaciones generales para prevenir golpes de calor

Entre las recomendaciones generales, se aconseja evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día, entre las 11 y las 17 horas, así como limitar las exposiciones prolongadas. Es importante permanecer en lugares frescos y ventilados y, ante la aparición de cansancio, mareos o malestar, retirarse de inmediato del calor. 

Asimismo, se recomienda cubrir adecuadamente la piel, la cabeza y los ojos mediante el uso de ropa liviana, gorros o sombreros y anteojos de sol.

Resulta fundamental mantener una hidratación constante, bebiendo abundante agua fresca -no necesariamente fría- en pequeños sorbos cada 30 a 45 minutos, incluso sin sensación de sed. También se sugiere evitar comidas pesadas que dificulten la digestión y aumenten la temperatura corporal, y utilizar ropa clara y liviana que permita una correcta transpiración. 

En el caso de niños y personas adultas mayores, se debe extremar el cuidado evitando su exposición directa al sol, recordando que los menores de 3 años no deben exponerse al sol directo.

El golpe de calor puede manifestarse a través de diversos síntomas, entre ellos piel enrojecida, caliente y seca; respiración y frecuencia cardíaca aceleradas; dolor de cabeza intenso; mareos, vértigos, desorientación, confusión, delirios o incluso pérdida de conocimiento. En los casos más graves pueden presentarse convulsiones y una temperatura corporal elevada, que puede alcanzar o superar los 39 o 40 grados centígrados.

Ante la sospecha de un golpe de calor, se recomienda trasladar de inmediato a la persona afectada a un lugar fresco y a la sombra, refrescar la cabeza, la nuca y las muñecas con agua y contactar de forma urgente al Servicio Municipal de Emergencias llamando al número 107 o a través de la App 107 VM.