La Dra. Jésica Tomatis es hepatóloga, miembro del Instituto Médico Río Cuarto. En diálogo con LV16 habló sobre el Día Mundial Contra la Hepatitis, con fecha en cada 28 de julio.
La hepatitis es la inflamación del hígado. La celebración fue establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2010 y su objetivo es fomentar la toma de conciencia sobre las hepatitis virales y las enfermedades que causan, así como la difusión de conocimientos sobre ellas. Además, es importante que esta fecha sea parte de las efemérides en salud para poner en agenda el tema y que toda la población pueda tener acceso a los recursos de prevención, diagnóstico y tratamiento.
Las Hepatitis virales son enfermedades producidas por cinco virus: Hepatitis A, B, C, D, E. La tipología A y E se contrae mediante agua o alimentos contaminados, o bien el contacto estrecho con una persona contagiada. B y C se transmite mediante el contacto con sangre contaminada y por prácticas sexuales sin prevención. Esta última tiende a pasar desapercibida, aunque aun así se daña crónicamente el hígado. Refiriéndose a esta última agregó: “Tienen tratamiento hoy en día cortos. Se controla y podemos evitar su progresión”. La tasa de curación es de 95%.
La importancia de la vacunación
La doctora hizo foco en la vacunación como el principal medio para la prevención. En nuestro país, se incorporó la vacunación contra Hepatitis B a niños recién nacidos contra esta enfermedad. Además, destacó la importancia de la higiene personal, el uso del preservativo en relaciones sexuales y evitar compartir agujas o jeringas. También la manipulación segura de alimentos y el agua es fundamental.
Mientras, se mostró la reducción de hepatitis A, a través de la vacuna que se coloca al año del niño. Antes, era la principal causa de muertes en niños.
Ambas vacunas se encuentran en el Calendario Nacional Obligatorio. Recomiendan para población de riesgo el refuerzo de la dosis.
Otra de las formas de control es mediante el testeo, que se realiza durante o campañas, o por los análisis de sangre rutinarios. La temprana detección posibilita un efectivo tratamiento.