Pachelo fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de María Marta García Belsunce

El 3 de diciembre de 2022, después de que se conociera la sentencia que absolvió a Nicolás Pachelo como el autor del homicidio de María Marta García Belsunce, Patricio Ferrari, fiscal general adjunto de San Isidro, afirmó: “Pachelo ha sido, es y será el autor del crimen” de la socióloga asesinada a balazos en su casa del country Carmel, en Pilar, dos décadas antes. 

El representante del Ministerio Público adelantó entonces que esperaba revertir el fallo de primera instancia en el Tribunal de Casación bonaerense. 

El tiempo y la máxima instancia revisora penal de la provincia le dieron la razón: el hombre señalado desde un primer momento por la familia de la víctima, que está preso por una serie de robos en barrios cerrados, fue condenado hoy a la pena de prisión perpetua como autor del asesinato ocurrido el 27 de octubre de 2002.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. “El Tribunal de Casación dejó sin efecto la absolución de Pachelo por el homicidio de María Marta García Belsunce, condenándolo como autor del robo y el homicidio que tuvo lugar en la casa de la víctima”, explicaron voceros de la máxima instancia revisora de la provincia en materia penal. El fallo, de más de 400 fojas, lleva las firmas de los jueces María Florencia Budiño y Fernando Luis María Mancini, de la Sala I.

Pachelo, de 47 años e hijo de uno de los fundadores de Carmel, había sido absuelto del homicidio por los votos de los jueces Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin. Federico Ecke, que había ejercido la presidencia del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°4 de San Isidro durante el juicio, se había inclinado por una condena al sostener que “los requisitos de validez, eficacia y existencia de la prueba indiciaria se han acreditado con firmeza”. Su voto fue el ariete que abrió la puerta a la decisión de Casación de revertir la sentencia de primera instancia.

A María Marta le dispararon seis veces en la cabeza con un viejo revólver calibre 32. Cinco tiros le destrozaron el cráneo. Ferrari hizo una analogía con los proyectiles para hacer referencia a seis razones por las que el Ministerio Público Fiscal consideraba al exvecino como el asesino de Carmel.