En conmemoración del Día del Payaso, celebrado ayer 5 de noviembre, el reconocido artista local Pururú y su hijo, Mini Purú, compartieron en Radio Villa María detalles sobre su trayectoria y la herencia de su vocación, destacando el significado profundo de su profesión.
Pururú, cuyo apodo surgió mientras estudiaba Educación Física—sus compañeros se lo pusieron en referencia a Monte Maíz—, relató sus inicios laborales en fiestas de cumpleaños. El artista expresó la profunda satisfacción que le genera la profesión y, en particular, el lazo que lo une a su hijo en el arte circense:
"Es hermoso compartir la pasión con mi hijo, hasta que él quiera no lo obligo. Él se perfeccionó en esto, él dijo que quiere ser payaso."
Pururú también enfatizó el valor emocional de su trabajo, refiriéndose a la nariz roja como un símbolo: "El poder ponerte la nariz roja es hermoso, ver la ilusión de los niños y de adultos."
Por su parte, Mini Puru compartió su experiencia en el ámbito escolar, donde sus compañeros reconocen su faceta artística:
"En la escuela me dicen que me ven en los videos que subimos."
El testimonio de ambos payasos subraya la conexión familiar y la alegría que logran transmitir a través de su arte, manteniendo viva la tradición en la comunidad de Villa María.