Miguel Ávila, oriundo de Adelia María, fue quien se hizo cargo de la librería con más historia sobre el planeta. La compró para evitar que ocupe el lugar una reconocida empresa norteamericana de hamburguesas. Tuvo que negociar con Jorge Bergolio, actual Papa, con quien mantiene una relación a partir de esta inquietud, de salvar la librería “donde nació la Patria”.
La Librería de Ávila es el nombre actual de la librería más antigua, inicios que se remontan a finales del siglo XVIII. Fue declarada Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de Buenos Aires y Lugar Histórico Nacional. La ex Librería del Colegio está ubicada en la esquina de Bolívar y Alsina, frente a la Iglesia San Ignacio y en diagonal al Colegio Nacional de Buenos Aires.
A partir del relato de Miguel Ávila en la Mañana del Limón, conocimos los detalles sobre cómo fue que se convirtió en el hombre que defendió a una librería de convertirse en una cadena de comida rápida, y que pasó a ser el dueño de la librería más antigua del mundo. “Voy a ser absolutamente sincero. Mi hija iba al Nacional de Buenos Aires. La librería, que era la antigua Librería del Colegio, había cerrado. Estuvo como cinco años cerrada, no quedaba nada. Porque lo que se pudo rematar se remató, lo que se pudo robar, se robó, no había nada”, contó Miguel y continuó el relato: “Eramos cinco o seis pares de padres esperando a la noche a la salida de los hijos de las clases, y un padre un día me dice:
¿Vos conocías esta librería de acá del frente?, yo le digo que sí. Además, siempre fui un medio curiosos de la historia colonial de Buenos Aires, conocía toda la historia de la librería. Y me dice:
ah, porque se esta por poner un...no lo vamos a nombrar y no le vamos a hacer publicidad, era esta empresa tan popular conocida mundialmente de hamburguesa. Y yo les voy a ser absolutamente sincero, me entró como un cachetazo a nuestra identidad, a nuestra historia, a nuestra formación, no podía ser que este lugar tan emblemático que tuvo tanto que ver con el nacimiento de la Patria terminara en una casa de venta de hamburguesas norteamericana, era como un cachetazo a nuestro pasado, y esto es lo que me quedé pensado toda la noche”.
Esta inquietud hizo que Miguel Ávila comience a golpear puertas y a conseguir que la librería continúe siendo cuna de cultura, historia e identidad. “Al día siguiente, me junté con un cura de la iglesia, fuimos a ver el lugar, averiguamos quiénes eran los dueños, nos enteramos que era el arzobispo de Buenos Aires”, dijo Miguel, y continuó relatando: “Fueron dos años de pelea...¿Con quién? Con Monseñor Jorge Bergoglio. Y debo reconocer que hubo una actitud de franca ayuda, a tal punto que deshicieron ese pre-contrato que había con la empresa norteamericana, y decidieron dar continuidad a la librería. Yo me comprometí a rescatar la librería lo mejor que se podía y de esa manera se le dio continuidad desde 1785”.
Así fue el destino de este lugar que pudo seguir con sus puertas abiertas, con olor a libros en sus ambientes, con la historia que se sentía en cada rincón, con las escenas de conversaciones revolucionarias en los pasillos que se creaban por imaginación. “Tuve mucha ayuda. Empecé con estos dos salones vacíos, y estaba sin plata para poder vestirlos. Después la librería se declaró monumento histórico por Decreto Nacional, está declarada de Interés Cultural. Y en Europa dicen que es la librería en pie más antigua del planeta”, sostuvo con orgullo Ávila.
“Cuando siempre hablo de las historias de la librería, trato de remitirme mucho a los historiadores, y Ricardo Levene cuenta que en la iracundia de Buenos Aires, a comienzos del siglo XIX, se reunían en esta esquinita porque vendían libros que estaban prohibidos. Se armaban discusiones que terminaban en un barsuchos de mala muerte. ¿Y esas personas quienes eran? Era Moreno, era Castelli, era Paso, era Belgrano. Era el pensamiento vivo de la revolución de mayo que dio nacimiento a la Patria. Lo más lindo es saber que la librería tuvo un protagonismo en la Patria, eso a mi me conmueve”, dijo Miguel Ávila, dueño de la Librería de Ávila.
En la actualidad la Librería de Ávila se recupera de una crisis económica en la cual se encuentra sumergida el país en general, el local fue afectado principalmente por la pandemia, por el aislamiento que limitó las visitas al lugar. En esta esquina trabajan 7 empleados, y es mayormente visitada por turistas. Cabe destacar y recordar que poder hablar de la actualidad de este sitio es gracias a un inquieto ciudadano, oriundo de Adelia Maria, amante de Argentina, porque si no fuese por él habría que plantearse que en este sitio en vez de revivir los sentimientos de revolución que dieron nacimiento a la Patria, se estaría pidiendo una hamburguesa doble, con extra de papas y queso.
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Entrevista: Daniel "Limón" Gauna, Julián Colombo, Gabriel Martella.
Producción: Dafne Acevedo Giménez
Operador: Raul Correa
Fotos: Face Libreria de Ávila, Laura Pereyra