“La delincuencia organizada controla a muchas provincias de Argentina”

“La delincuencia organizada controla a muchas provincias de Argentina”, lo denunció Edgardo Buscaglia, especialista en la lucha contra el crimen organizado.

 Advirtió que “la delincuencia organizada ha avanzado sobre el ‘mercado’ político argentino” y explicó las razones  de porqué los políticos locales no avanzaron en leyes más duras.
 
Describió que ya existe una tradición de pandillas desarrolladas desde hace muchas décadas, “están asociadas a la infraestructura de puertos, contrabandos de diferentes tipos de bienes y servicios, que comenzaron a trabajar con grupos criminales desde exterior, por ejemplo, el cartel de Sinaloa, los criminales de Brasil, entonces, con el mayor poderío económico, comenzaron a disputarse el control de puertos, el control de las rutas de tránsito”.
 
“Ahora se trafican diferentes tipos de bienes y servicios, tráfico de personas, tráfico de migrantes, es decir, es una delincuencia organizada transnacional que como toda delincuencia organizada transnacional del planeta, comenzó a infiltrar a la política y a los sectores legales de la economía, empresas de la construcción, agropecuarias, muchas de las empresas agropecuarias involucradas con estas redes criminales que transportan supuestamente harina de pescado, que es cocaína, de norte a sur, a través de Santiago del Estero, y a lo largo de estas rutas van corrompiendo a las autoridades políticas, les van financiando sus campañas políticas”, explicó Buscaglia al describir el funcionamiento de las bandas criminales.
 
“Esta delincuencia organizada controla a la política local en muchas provincias argentinas”, reveló.
 
Aseguró que “en muchos países, como Bolivia, Venezuela la mafia se asoció con el Estado”.
 
Asimismo manifestó que el sistema optado por la ministra Bullrich es necesario, pero no eficiente para combatir la actual situación. “Se debe avanzar de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba”, sostuvo.
 
Buscaglia reclamó auditorias y control de los patrimonios de los dirigentes políticos.