El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC), fue contundente: la presión impositiva, el contexto internacional y la incertidumbre política están asfixiando al productor argentino, justo en el momento donde se definen las decisiones de siembra para la gruesa.
En el marco de la Exposición Rural de Palermo, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, dialogó con Valor Agregado Agro y fue contundente: la presión impositiva, el contexto internacional y la incertidumbre política están asfixiando al productor argentino, justo en el momento donde se definen las decisiones de siembra para la gruesa.
Sin dudas que cuando Idígoras declara no es una causalidad, sobre todo cuando dice «este 26 de julio, es decir el acto de la Rural Argentina en el que se espera que Javier Milei diga las palabras mágicas «bajo retenciones», aunque aparentemente la situación y el horno «no están para bollitos».
En la cobertura especial de Valor Agregado Agro en la Rural de Palermo, mientras Idígoras recorría la muestra y este medio le consultó por la actual situación por la que pasa el productor argentino dijo que: “Estamos en una situación muy difícil, muy justa en términos de números. Las decisiones de siembra importantes que vienen ahora nos encuentran con valores negativos respecto a la inversión frente al resultado final que recibe el productor”, expresó.
El directivo remarcó que el precio que recibe el productor depende de dos factores: los precios internacionales —que no muestran señales alcistas— y los impuestos internos, especialmente los derechos de exportación.
El dato que dejó la baja temporal de retenciones
Entre febrero y junio de este año, cuando se redujeron las alícuotas, las importaciones de soja cayeron más del 50%. En este sentido, para Idígoras, eso confirma que, con un mercado más dinámico, la industria puede trabajar con soja argentina sin necesidad de depender del poroto paraguayo.“Cuando bajaron las retenciones, vivimos con la soja argentina. Hoy, con la venta de granos desplomada —pasamos de 450 mil a 35 mil toneladas por día—, vuelve la importación. Si bajáramos del 33% al 20%, como demostraron estudios de las Bolsas de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, nadie pierde: el productor siembra más, el país exporta más y el fisco no ve afectada su recaudación”, afirmó.
“El gobierno tiene que animarse”
Idígoras aseguró que el gobierno nacional mantiene diálogo fluido con el sector, y que el equipo económico reconoce que las retenciones no pueden ser la única vía de consolidación del superávit fiscal. “Hace 15 años que la Argentina no crece en producción. En 2025 vamos a producir lo mismo que en 2010. Eso hay que frenarlo. Las retenciones son la única razón”, sentenció.
Además, insistió en que la baja impositiva debe anunciarse antes de la siembra, no durante la cosecha:“Tiene que definirse entre este sábado 26 de julio en Palermo y septiembre. No hay más espacio. No sirve anunciarlo en marzo del año que viene. Así nadie gana”.
VISEC y la carrera contra el reloj hacia Europa
Consultado por el cumplimiento de las nuevas exigencias ambientales de la Unión Europea, Idígoras advirtió que desde el 9 de enero de 2026, el bloque aplicará controles estrictos de deforestación para importaciones de soja y carne vacuna.“Argentina había tomado la delantera con la plataforma VISEC , que involucra a toda la cadena. Pero hoy Uruguay, Paraguay, Brasil, Colombia y EE.UU. están corriendo. Nosotros entrenamos antes, y eso nos da ventaja. Pero hay que actuar ya”.
El dirigente, recomendó a los productores agropecuarios que actualicen su RENSPA y el polígono de producción para no quedar fuera del mercado internacional si tienen montes desmontados luego de diciembre de 2020. También pidió coordinación con acopios, exportadores, cooperativas y frigoríficos.
Críticas por la calificación de riesgo ambiental
Finalmente, Idígoras se mostró molesto por la reciente categorización de la Unión Europea que ubicó a Argentina en “riesgo estándar” de deforestación, la misma calificación que Brasil. “Argentina debería estar en riesgo bajo. Es una decisión arbitraria e injustificada. Ya se abrió una negociación bilateral para que la revisen. No puede ser que nos pongan al nivel de China, que sí figura como riesgo bajo. Esperamos que se corrija”, concluyó.